Antes del estropajo
Antes de la caida
El tropezon rompió mi pie.
¿y qué hacer?
No puedo correr.
Las veredas se alargan desde esta perspectiva invalida.
Parece que nada mas queda
cavar un pozo hasta lo profundo
y despues a bancarse los gritos
y a encontrar las carencias intactas.
No valen las lagrimas que solamente mojan.
Es preciso sentir su sal carcomiendo.
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